Nuestra Señora de los Dolores

José Montes de Oca, 1717

HISTORIA

Nuestra Señora de los Dolores se trata de la titular mariana de nuestra hermandad, así como la joya del patrimonio artístico. La imagen fue realizada por el escultor D. José Montes de Oca en 1717, siendo la primera imagen dolorosa documentada de este reconocido escultor.

Durante el siglo XVIII y primera mitad del siglo XIX, la imagen recibía culto por parte de las dos hermandades origen de nuestra hermandad, con advocaciones diferentes. Por un lado, recibía la advocación de Soledad por parte de Hermandad del Santo Entierro y Ntra. Sra. de la Soledad, mientras que era venerada como Virgen de los Dolores por parte de Hermandad Servita de la Corona de Espinas de Nuestro Señor Jesucristo, María Santísima de los Dolores y Congregación del Pecado Mortal y Santa Caridad.

La extinción de la Hermandad del Santo Entierro provocó que la advocación de Nuestra Señora de los Dolores fuera la definitiva. Asimismo, la imagen ha conseguido sobrevivir a las diferentes dificultades históricas sufridas, destacando la situación adversa del año 1936, cuando la Virgen se salvó de forma prácticamente milagrosa. En abril de ese año, un derrumbamiento en la capilla provoca el traslado de la imagen a el coro del convento, y posteriormente a la casa del por entonces Hermano Mayor D. Pedro Sánchez Sánchez. Este hecho hizo que, al llegar los incendiarios de iglesias e imágenes en julio de 1936, no pudieran encontrarla en el convento y ser quemada junto al resto de imágenes. Sin embargo, la Guardia Roja insistió en su búsqueda, llegando a entrar en la casa del Hermano Mayor, lugar donde se encontraba. Allí la vieron pero no la reconocieron, llegando a preguntar a la esposa de este que cual era esa Virgen, respondiendo la señora que se trataba de una imagen que habían heredado de familia. El argumento les convenció, y tras comprobar que no había armas bajo su manto, se marcharon.

DESCRIPCIÓN TÉCNICA

Se trata de una imagen de candelero para vestir de 166 cm de altura, con rostro, cuello y manos tallados y policromados, así como cabellera de pelo natural. Los brazos son articulados y la parte inferior del cuerpo lo configura una estructura de madera con forma cónica. Por su parte, la parte trasera de la cabeza y el torso están abocetados. Los elementos originales que se conservan son la cabeza, el torso (hasta la cintura) y las manos. Los brazos y el candelero son aportaciones de diferentes épocas.

El rostro sigue los rasgos característicos del escultor, utilizados con posterioridad en sus imágenes dolorosas. La imagen posee mirada baja, pensativa, nariz fina y recta, entrecejo fruncido, boca entreabierta que muestra la talla de los dientes y la lengua, profundos hoyuelos sobre el labio superior y la barbilla, así como musculatura del cuello marcada. Las manos son carnosas, con hoyuelos y dedos largos. Los ojos son de cristal, con pestañas de pelo natural. Por su rostro caen cuatro lágrimas de cristal, dos en cada mejilla. La policromía es de tonos suaves.

Para más información sobre la descripción técnica de la imagen y sus rasgos iconográficos consultar diferentes artículos en el apartado de publicaciones.

RESTAURACIONES E INTERVENCIONES

La imagen de Nuestra Señora de los Dolores ha sido sometida a varias restauraciones. La primera de la que se tiene constancia en la realizada en 1974 por el escultor Manuel Escamilla, que consistió en “(…) pegar la raja que tenía en la parte derecha del cuello (…) y le puso un moño fingido por creer él ser más cómodo (…)”[1]

La segunda restauración tuvo lugar entre 1988 y 1989 llevada a cabo por el profesor Francisco Arquillo Torres, quién retiró una serie de clavos metálicos del interior de la cabeza, sustituyéndolos por espigas de madera. También procedió a la consolidación del soporte y de estratos polícromos, cierre del hueco del torso, unión de ensambles y limpieza de la suciedad del rostro y manos a consecuencia del polvo, humo de las velas y repintes. Finalmente barnizó la imagen y le aplicó una capa de barniz pulverizada.

En el año 2018 se le coloca un nuevo sistema de brazos articulados por el restaurador D. Fernando Aguado, siendo la factura del carpintero D. Enrique Gonzálvez.

En 2019, la imagen es intervenida en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), consistiendo el tratamiento en la eliminación del polvo superficial, fijación de estratos polícromos, eliminación de suciedad, barnices y reintegraciones, procedentes especialmente de la anterior restauración de D. Francisco Arquillo y reintegración de la policromía.[2]

CULTOS

Nuestra hermandad celebra diversos cultos durante el año en honor a Nuestra Señora de los Dolores. La quinta semana de Cuaresma tiene lugar Solemne Septenario, culminando el quinto domingo de Cuaresma con Función Principal de Instituto y posterior besamanos y besapiés de las imágenes.

El Viernes de Dolores, la imagen de la Virgen se traslada en rosario de la aurora a la iglesia parroquial, en la que se celebra por la tarde Función Solemne en honor a la Santísima Virgen y posterior traslado de regreso hacia el Convento, acompañada musicalmente por el grupo vocal de cámara “Opus Vocis”.

El Viernes Santo tiene lugar la salida procesional junto al Santísimo Cristo de las Aguas. Lo hace en su paso de palio procesional, acompañada musicalmente por la Banda de Música de Santa María del Alcor de El Viso del Alcor.

El día 15 de Septiembre, festividad litúrgica de Nuestra Señora de los Dolores, se celebra Solemne Eucaristía en honor a nuestra Titular en el Convento.


[1] “Libro de Actas de Cabildo (1895-1981)”. Cabildos celebrados los días 4 de febrero y 8 de abril de 1974.

[2] Memoria final de intervención sobre la Virgen de los Dolores. Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. 2019.