Santísimo Cristo de las Aguas

Antonio Castillo Lastrucci, 1941.

HISTORIA

El Santísimo Cristo de las Aguas es uno de los titulares de nuestra hermandad, al que se le da culto y procesiona en la tarde del Viernes Santo. Se trata de la representación de Cristo muerto, obra del escultor D. Antonio Castillo Lastrucci en 1941, aunque fue remodelado de forma muy considerable por el escultor D. Luis Ortega Brú entre 1978 y 1979.

Anterior a este existía un crucificado de brazos articulados, ya que se celebraba la ceremonia del Descendimiento, obra del escultor D. José Montes de Oca en 1717, siendo su primera imagen documentada junto con la imagen de Nuestra Señora de los Dolores. La imagen no pudo sobrevivir a la quema de iglesias e imágenes que tuvo lugar en el año 1936 por parte de la Guardia Roja.

El contrato de la imagen actual fue suscrito entre D. Antonio Castillo Lastrucci y los hermanos D. Pedro Sánchez Sánchez, por entonces Hermano Mayor y por Pedro Gómez Asencio el día 4 de Junio de 1941, en el que se obligaba a la “(…) construcción de un Cristo yacente en madera tallada y policromada, articulado según medidas.”[1] En el contrato también se especificaba la hechura de una urna y de un paso procesional. El precio era de catorce mil quinientas pesetas.

Al igual que la imagen desaparecida, esta también tenía los brazos articulados, siendo fijados de forma definitiva en la restauración de D. Luis Ortega Brú, quién además cambió casi de forma total la fisionomía, dejando además su firma en la parte de atrás del sudario de la imagen.

DESCRIPCIÓN TÉCNICA

Nos encontramos ante una imagen escultórica de tamaño natural que representa a un Cristo muerto, de complexión fuerte, cabeza ladeada hacia la derecha reposando sobre el hombro. La larga cabellera está labrada con detalle, dejando al descubierto la oreja izquierda. Presenta los ojos entreabiertos, al igual que su boca, pudiéndose ver su lengua y sus dientes. Ortega Brú se encargó de pintar con gran detalle los regueros de sangre que recorren cabeza, tronco y extremidades, tallando ademñas llagas en los hombros, costado, manos, rodillas y pies. El sudario se sujeta a través de un cordón en el lado derecho. La policromía también es obra de D. Luis Ortega Brú, de colores muy claros dando aspecto de liviez, semejante al del Santísimo Cristo de la Caridad de la Hermandad de Santa Marta de Sevilla, cuya policromía es cercana en el tiempo a la del Santísimo Cristo de las Aguas. En 1977.

El torso está perfectamente anatomizado, así como los brazos, manos, piernas y pies, en los que incluso se representan las arterias y venas. Al no ser en origen un crucificado sus piernas están flexionadas, al igual que los dedos de las manos.

RESTAURACIONES E INTERVENCIONES

La primera y más importante restauración del Santísimo Cristo de las Aguas es la ya referida anteriormente, llevada a cabo por D. Luis Ortega Brú entre 1978 y 1979. El contrato especifica que la restauración consistió en “(…) restañar y encarnar el cuerpo completo, restaurar hombros, manos, pelo y cara, policromía completa (…)”[2]. Además, definitivamente fijó los brazos que eran articulables, ya que antiguamente se celebraba la ceremonia del descendimiento, que dejó de celebrarse.

La segunda intervención mínima fue la llevada a cabo en el 2018 en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico.

CULTOS

En noviembre, el primer o segundo sábado del mes, nuestro Titular preside una Santa Misa en sufragio por las almas de nuestros hermanos difuntos, celebrada en la iglesia parroquial. Justo antes de la misma tiene lugar el traslado en andas desde el Convento. Al finalizar la Eucaristía, se procede al rezo del Vía Crucis por las calles, regresando de esta forma al Convento esa misma noche, acompañado musicalmente por el grupo vocal de cámara “Opus Vocis”.

Nuestra hermandad celebra diversos cultos durante el año en honor al Santísimo Cristo de las Aguas. Durante la quinta semana de Cuaresma se celebra Solemne Septenario en honor a Nuestros Titulares. El quinto domingo de Cuaresma se celebra Función Principal de Instituto, concluyendo con el besamano y besapié de las imágenes.

En la tarde del Viernes Santo tiene lugar la salida procesional de la cofradía, procesionando sobre su paso, en una urna, siendo acompañado musicalmente por un trío de capilla.


[1] Contrato original que se encuentra en el Archivo de la Hermandad. El precio del encargo ascendía a 10.500 pesetas.

[2] AHNSD. Presupuesto original fechado y firmado por Luis Ortega Brú el 1 de octubre de 1978.